Berni, falso Quijote
Es inadecuada la imagen del ministro de Seguridad de la
provincia de Buenos Aires con lanza en astillero a la manera de Don Quijote antes
de su desventura más famosa. La ilustración acompaña un artículo de El Dipló de Fernando Rosso sobre el
funcionario. No hay deseo de discutir aquí las valiosas meditaciones del
articulista; lo que perturba es la alegoría que homologa al Caballero de la
Triste Figura con la obtusa imagen pública del ministro Berni. Rosso tomó la
comparación de un dicho de la esposa del ministro: “(S)i … fuera una
descripción póstuma diría que Sergio es un Quijote”. Mala lectura de la
cónyuge, excepto si se considera la
golpiza que le propinaron al funcionario unos gremialistas iracundos, equiparable a las que de continuo recibía
Don Quijote en su novela. Pero sugerir que las nociones de justicia punitiva y reaccionaria
de Berni se asemejen un ápice a la nobleza de los ideales del ingenioso hidalgo,
es hablar de lo excusado.
HD
hugodemarinis@guardaconellibro.com
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