Vuelta de hoja
07 - 08 - 21 Un acontecimiento insólito de hace poco más de veinte años fue que me contrataran para enseñar literatura peninsular medieval y del siglo de oro en la Universidad Wilfrid Laurier. Esta institución se encuentra en la región de Kitchener / Waterloo de la provincia de Ontario, a poco más de 100 kilómetros al noroeste de Toronto. Fue insólito que me nombraran porque salvo la simpatía y curiosidad que estos periodos clásicos españoles despertaron durante los estudios graduados, no se me ocurrió que terminaría dando cursos sobre La Celestina y El Quijote. *** En la maestría y el doctorado me especialicé en literatura latinoamericana – si es que especializarse en eso fuese algo verosímil – y obvio, me propuse medrar en la academia con ese dizque saber. Hice varias temporadas de ayudantías en mi alma mater mientras alargaba mi sueño de martingalas y matungos hasta el día que rompí el cordón gracias a los oficios de mi querido profesor Keith Ellis. Me conchabaron por dos años en la